Inauguramos nuestro blog con algunos materiales que quedaron en el tintero.
A continuación les presentamos una parte de lo que fue la presentación del último libro de Leila Guerriero, transcurrida el 7 de diciembre de 2024. Fue en el marco de la Noche de las Librerías, y contamos con la participación de Fabián Casas como moderador.

Leila Guerriero:
En el libro hay una mezcla entre la vida civil mía y la vida más periodística. En esa vida civil hay cosas que me molestan, que me incomodan, que cuando estoy haciendo mi trabajo no me incomodan en absoluto. Soy una persona sumamente inquieta, sumamente impaciente. Ahora, cuando estoy haciendo una entrevista, mi paciencia es infinita, no me lo tengo ni que plantear. Yo soy de esa manera en el trabajo. Escucho, trato de no interrumpir, con algunos entrevistados surge esa cosa hermosa que es el humor, la complicidad. Yo creo que también hay un interés por el otro. ¿Viste que ahora nadie escucha nada? 

 

Cada uno está en la suya. Cuando vos estás entrevistando no estás en la tuya, estás en la del otro. Eso es fantástico, me parece que debe ser muy lindo tener una escucha así, con ese grado de entrega, con ese grado de curiosidad, con ese grado de parsimonia, con ese grado de interés real. Y termina pasando, a veces, algo maravilloso que es que el otro empieza a decir cosas que no sabía que sabía, empieza a enhebrar situaciones o encuentra un hilo fantasma, precisamente, en algunas situaciones de su vida que no estaban ahí hasta que vos llegaste.  

Fabián Casas: Me preguntaba al leer tus libros cómo es el trabajo de investigación, qué líneas seguir, qué líneas dejar de lado, como empieza a construirse un relato.

 

Leila Guerriero: Yo creo que tiene que ver con la idea de apartarse. La idea del apartamiento del mundo como necesidad de la escritura. En relación con Capote, yo pensaba que en mi pequeña cocina, a mi modesta manera, había tantas cosas que yo estaba buscando de la misma forma. Es como habitar un planeta distinto, estar todo el tiempo desterrada en el mundo del otro. No podés hacer eso de desaparecer en el mundo de uno y reaparecer en el mundo del otro. Si el otro te ve mucho todo el tiempo, tu presencia obtura la posibilidad de que el otro aparezca.

 

Pienso que es bueno permanecer en un lugar un poco misterioso cuando estás investigando, reporteando. La situación de entrevista es una situación extraña, antinatural, que se tiene que mantener a lo largo del tiempo. Y esa relación de disparidad, de que el otro no sepa mucho de vos, se tiene que mantener. Porque creo que cuando se dan vuelta las tornas, hay algo ahí que cae, que deja de estar.

 

Agradecimiento especial a las libreras de Libros del Pasaje. ♡